Siguiendo con el texto de la Ciduad de Dios de Bülent Diken, este retoma parte de la filosofía política y de la teoría sociológica para explciar el devenir de la considerada más conflictiva favela de Rio de Janeiro.
si biewn los contracturalsitas desde Hobbes a Rousseau, retoman la idea del Contrato Social como la manera de establecer un orden que sea capaz de salvaguardar la vida y la propiedad (dos premisas que son fundamentales para el liberalismo y de la democracia). Pero el problema deviene cuando la favela al estar sumergida en un estado de inoperancia de la ley, en ese estado de naturaleza hobbesiano, se le ve y asocia con el pasado, con el atraso pero además como el otro que es ajeno a la vida y dinámica de Río de Janeiro.
Diken menciona cuatro etapas en el desbordamiento de la violencia en la favela, en la primera en donde las pandillas respetan a la gente que vive de la favela, quizás implícitamente tienen un sentido de pertenencia para con la favela y su gente, en el segundo momento la violencia comienza a salirse de control la lucha por el territorio para operar es cada vez más feroz, y solemante baj oderecho consuetudinario, es decir, mediante pactos, alianzas o acuerdos entre los líderes es lo que permite una contención de la violencia.
sin embargo con la muerte de alguno de estos lideres, en especial en aquel que funge como el mediador e interlocutor, desata una lucha por ocuapr ese vacío de poder, lo cual genera más violencia que trastoca la vida de la favela y sus habitantes. Y al ser más visible esa violencia, el gobieno decide ejercer el monopolio de la violencia legitima del aparato estatal, lo ucla lleva su cúspide más alta la violencia y desintegración del tejido social.
Si bien es cierto que es el Estado debe reprimir aquellos grupos que perturban el orden y la paz social, también es cierto que debe generar condiciones de bienestar social, de llevar a cabo una verdadera política de desarrollo integral que busque la inclusión y la favela en la vida de Rio de Janeiro.
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